sábado, 31 de octubre de 2009

Primeras impresiones

La candidatura de Valia Merino al Consejo de Dirección de UPyD ha hecho público un comunicado cuya lectura me ha suscitado algunas preguntas que entrevero a continuación.
"A las 10:30 de la mañana del día 30 de octubre en tiempo y forma, se ha presentado ante la Comisión Electoral de UPyD una candidatura al Consejo de Dirección encabezada por Valia Merino Vallina en calidad de Portavoz.

Los militantes de UPyD durante el I Congreso Nacional del Partido que se celebrará los días 20, 21 y 22 de Noviembre en Madrid deberán elegir entre esta Candidatura y la oficialista encabezada por Rosa Diez."
Militantes de UPyD, ¿de qué censo? ¿Controlado por quién? ¿Con qué garantías?

Elegirán entre dos opciones, sí, pero sin disponer de información muy relevante al caso: el informe de gestión del actual equipo directivo sólo se enviará a los delegados. No a los afiliados que, sin embargo, serán los que ofrezcan legitimidad a la candidatura ganadora, haciendo irrelevante lo sucedido en el congreso.

Elegirán, además, de forma electrónica sin que nadie desde la actual dirección haya aportado ninguna razón que justifique por qué es preferible esto a la tradicional y segura urna. Voto electrónico, por otra parte, sin medidas públicas que a día de hoy garanticen su limpieza y control.
"La iniciativa encabezada por Valia Merino Vallina pretende alentar el debate abierto y plenamente democrático entre los militantes de UPyD, recordando a la actual Dirección refugiada en la otra candidatura que no todo vale dentro del partido y que deben respetarse las mínimas normas democráticas conculcadas, de forma sistemática, durante el debate precongresual y la elección de delegados."
Ninguna objeción a la declaración de intenciones y a ese "no todo vale". Ahora bien, concretemos: ¿en qué consiste "respetar las mínimas normas democráticas conculcadas durante el debate precongresual y la elección de delegados"? ¿Hasta dónde alcanza el deber del respeto a esas normas? ¿Queda reducida esta declaración a su mera formulación: existe un deber y constatamos que no se ha cumplido? ¿O extraemos las consecuencias inevitables que de ella se siguen y exigimos la reformulación total y absoluta del proceso?
"La candidatura que encabeza Valia quiere un Partido abierto, respetuoso de su manifiesto Fundacional y al servicio de un Proyecto que es España y no un partido cada vez más cerrado y al servicio de camarillas que pretenden por encima de todo su propio interés."
Inobjetable.
"Además la Candidatura pedirá el sobreseimiento de los expedientes incoados por la dirección oficialista a destacados militantes fundadores para evitar la suspensión cautelar del Congreso por parte de la Juez titular del Juzgado de Primera Instancia 26 de Madrid que ha convocado a las partes a una vista el próximo 11 de Noviembre. "
Me disgustan dos cosas, aquí: la restricción de la solicitud de sobreseimiento sólo a los expedientes de miembros fundadores y la preposición PARA.

Precisamente porque los expedientes -no sólo a miembros fundadores- plantean un problema de principios, de conculcación de derechos, de restitución de justicia, no cabe plantearlos de forma instrumental. Su sobreseimiento no debería ser exigido PARA evitar la suspensión cautelar del congreso, sino porque es de justicia hacerlo. Resulta inevitable preguntarse: ¿de no haber denuncia ante el juzgado, la candidatura de Valia Merino habría guardado silencio sobre los expedientes? ¿Es esta la razón por la que sólo se pide el sobreseimiento de los expedientes a miembros fundadores que han recurrido a los tribunales?
"Esta posible suspensión cautelar sería gravísima para el desarrollo de UPyD pero es de entera responsabilidad del actual Consejo de Dirección e indicativa del talante negativo que pretende desterrar."
Esto es verdad, pero no es toda la verdad. Falta decir que también será gravísimo para UPyD la celebración de un congreso en condiciones bastardas que consolide y legitime las prácticas antidemocráticas que han abocado a la situación presente.
"La Candidatura quiere que el Congreso se celebre y en el poder dirimir como configurar el nuevo partido que necesita España y debatirlo de forma democrática a pesar de las irregularidades cometidas por el aparato durante el proceso precongresual y que sin duda lastran la limpieza del propio Congreso."
Valia y los suyos quieren que "el congreso se celebre". Ahora bien: ¿Qué congreso?

¿Aquel cuyo censo se desconoce? ¿El regulado por un Reglamento que define y prefigura la estructura del partido? ¿El mismo en el que la gestión realizada (Consejo de Dirección, comisiones de Garantías y de Finanzas) será aprobada o rechazada en bloque, sin posibilidad alguna de matices? ¿Aquél que decidirá a mano alzada la elección de la Mesa, los informes de gestión de los órganos antes aludidos, los dictámenes y enmiendas y cualquier otra cuestión que sobrevenga? ¿El congreso del horario que reduce al mínimo los debates? ¿Aquél en el que lo importante sucede FUERA, porque es fuera donde los militantes deciden -aunque no informados- el futuro de UPyD?

Si realmente la candidatura de Valia Merino quiere lo que dice; a saber, "poder dirimir como configurar el nuevo partido que necesita España y debatirlo de forma democrática", entonces no cabe sólamente constatar que ha habido irregularidades que "lastran la limpieza del propio congreso". Si realmente se quiere, en condiciones de igualdad, debatir qué partido, qué órganos, con qué incompatibilidades, qué mecanismos de control..., qué errores se han cometido hasta ahora, en qué se ha acertado, quién se ha confundido, en qué y por qué, qué es necesario corregir..., entonces no es posible sino la denuncia del proceso en su conjunto y la exigencia de un congreso alternativo, con las garantías y el respeto debido a afiliados, simpatizantes, votantes y ciudadanos en general.

En la mano de Valia y los suyos está.

3 comentarios:

Rocío Fondevila dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rocío Fondevila dijo...

Dado que me puedo considerar incluida en el grupo de "los suyos" creo que también me puedo permitir asegurar que, al menos por mi parte, quiero que el Congreso se celebre pero no A TODA COSTA ni a cualquier precio.

Funes Memorioso dijo...

Dos buenas noticias entonces, Rocío: lo que dices y que tú estés entre ellos.

Un saludo muy cordial.