sábado, 31 de octubre de 2009

Primeras impresiones

La candidatura de Valia Merino al Consejo de Dirección de UPyD ha hecho público un comunicado cuya lectura me ha suscitado algunas preguntas que entrevero a continuación.
"A las 10:30 de la mañana del día 30 de octubre en tiempo y forma, se ha presentado ante la Comisión Electoral de UPyD una candidatura al Consejo de Dirección encabezada por Valia Merino Vallina en calidad de Portavoz.

Los militantes de UPyD durante el I Congreso Nacional del Partido que se celebrará los días 20, 21 y 22 de Noviembre en Madrid deberán elegir entre esta Candidatura y la oficialista encabezada por Rosa Diez."
Militantes de UPyD, ¿de qué censo? ¿Controlado por quién? ¿Con qué garantías?

Elegirán entre dos opciones, sí, pero sin disponer de información muy relevante al caso: el informe de gestión del actual equipo directivo sólo se enviará a los delegados. No a los afiliados que, sin embargo, serán los que ofrezcan legitimidad a la candidatura ganadora, haciendo irrelevante lo sucedido en el congreso.

Elegirán, además, de forma electrónica sin que nadie desde la actual dirección haya aportado ninguna razón que justifique por qué es preferible esto a la tradicional y segura urna. Voto electrónico, por otra parte, sin medidas públicas que a día de hoy garanticen su limpieza y control.
"La iniciativa encabezada por Valia Merino Vallina pretende alentar el debate abierto y plenamente democrático entre los militantes de UPyD, recordando a la actual Dirección refugiada en la otra candidatura que no todo vale dentro del partido y que deben respetarse las mínimas normas democráticas conculcadas, de forma sistemática, durante el debate precongresual y la elección de delegados."
Ninguna objeción a la declaración de intenciones y a ese "no todo vale". Ahora bien, concretemos: ¿en qué consiste "respetar las mínimas normas democráticas conculcadas durante el debate precongresual y la elección de delegados"? ¿Hasta dónde alcanza el deber del respeto a esas normas? ¿Queda reducida esta declaración a su mera formulación: existe un deber y constatamos que no se ha cumplido? ¿O extraemos las consecuencias inevitables que de ella se siguen y exigimos la reformulación total y absoluta del proceso?
"La candidatura que encabeza Valia quiere un Partido abierto, respetuoso de su manifiesto Fundacional y al servicio de un Proyecto que es España y no un partido cada vez más cerrado y al servicio de camarillas que pretenden por encima de todo su propio interés."
Inobjetable.
"Además la Candidatura pedirá el sobreseimiento de los expedientes incoados por la dirección oficialista a destacados militantes fundadores para evitar la suspensión cautelar del Congreso por parte de la Juez titular del Juzgado de Primera Instancia 26 de Madrid que ha convocado a las partes a una vista el próximo 11 de Noviembre. "
Me disgustan dos cosas, aquí: la restricción de la solicitud de sobreseimiento sólo a los expedientes de miembros fundadores y la preposición PARA.

Precisamente porque los expedientes -no sólo a miembros fundadores- plantean un problema de principios, de conculcación de derechos, de restitución de justicia, no cabe plantearlos de forma instrumental. Su sobreseimiento no debería ser exigido PARA evitar la suspensión cautelar del congreso, sino porque es de justicia hacerlo. Resulta inevitable preguntarse: ¿de no haber denuncia ante el juzgado, la candidatura de Valia Merino habría guardado silencio sobre los expedientes? ¿Es esta la razón por la que sólo se pide el sobreseimiento de los expedientes a miembros fundadores que han recurrido a los tribunales?
"Esta posible suspensión cautelar sería gravísima para el desarrollo de UPyD pero es de entera responsabilidad del actual Consejo de Dirección e indicativa del talante negativo que pretende desterrar."
Esto es verdad, pero no es toda la verdad. Falta decir que también será gravísimo para UPyD la celebración de un congreso en condiciones bastardas que consolide y legitime las prácticas antidemocráticas que han abocado a la situación presente.
"La Candidatura quiere que el Congreso se celebre y en el poder dirimir como configurar el nuevo partido que necesita España y debatirlo de forma democrática a pesar de las irregularidades cometidas por el aparato durante el proceso precongresual y que sin duda lastran la limpieza del propio Congreso."
Valia y los suyos quieren que "el congreso se celebre". Ahora bien: ¿Qué congreso?

¿Aquel cuyo censo se desconoce? ¿El regulado por un Reglamento que define y prefigura la estructura del partido? ¿El mismo en el que la gestión realizada (Consejo de Dirección, comisiones de Garantías y de Finanzas) será aprobada o rechazada en bloque, sin posibilidad alguna de matices? ¿Aquél que decidirá a mano alzada la elección de la Mesa, los informes de gestión de los órganos antes aludidos, los dictámenes y enmiendas y cualquier otra cuestión que sobrevenga? ¿El congreso del horario que reduce al mínimo los debates? ¿Aquél en el que lo importante sucede FUERA, porque es fuera donde los militantes deciden -aunque no informados- el futuro de UPyD?

Si realmente la candidatura de Valia Merino quiere lo que dice; a saber, "poder dirimir como configurar el nuevo partido que necesita España y debatirlo de forma democrática", entonces no cabe sólamente constatar que ha habido irregularidades que "lastran la limpieza del propio congreso". Si realmente se quiere, en condiciones de igualdad, debatir qué partido, qué órganos, con qué incompatibilidades, qué mecanismos de control..., qué errores se han cometido hasta ahora, en qué se ha acertado, quién se ha confundido, en qué y por qué, qué es necesario corregir..., entonces no es posible sino la denuncia del proceso en su conjunto y la exigencia de un congreso alternativo, con las garantías y el respeto debido a afiliados, simpatizantes, votantes y ciudadanos en general.

En la mano de Valia y los suyos está.

lunes, 26 de octubre de 2009

Voto electrónico: la burla

Reglamento del I Congreso de UPyD, p.12:
"Capítulo III.- Informes de Gestión Art. 18.- Junto con las ponencias definitivas y las enmiendas admitidas a discusión se remitirá a los delegados elegidos, con 15 días de antelación a la fecha de inicio del Congreso, el Informe de Gestión de los órganos de dirección del partido."
Tomemos nota: el informe de gestión se envía a los delegados, no a los afiliados.

Reglamento del I Congreso de UPyD, p.18:
"En la misma fecha en que se dé inicio a las sesiones del Congreso, se abrirá el proceso de votación [al Consejo de Dirección]. A tal fin se dispondrá de terminales de votación telemática adscritos a cada uno de los Comités Electorales Provinciales, donde los afiliados podrán emitir su voto hasta las 20 horas de la segunda jornada del Congreso."
Hemos comentado en varias ocasiones lo objetivamente injustificable del voto electrónico en el congreso de UPyD. Insistamos una vez más:
  • Si los afiliados deben acudir al CEP a votar en el terminal previsto al efecto, ¿por qué no hacerlo en urna?
  • Si los delegados en el Congreso están físicamente reunidos, ¿a santo de qué votar telemáticamente?
Sin pensar en las posibilidades reales de pucherazo que el voto electrónico facilita, la jugada debe entenderse como un arquetípico ejercicio de propaganda. Al reclamo de la novedad, será más fácil que los medios de comunicación atiendan; una vez conseguida la atención, el mensaje a transmitir -fundamental para UPyD- será todos los afiliados votan. Las consecuencias, evidentes y clarísimamente enunciadas por el propio Gorriarán:

El Mundo, 28 de marzo de 2009:
"Como explicó a este diario Carlos Martínez Gorriarán, dirigente de UPyD, se trata de que el partido cuente con «la máxima participación de los afiliados», «que haya la menor delegación posible» y que disponga de «una dirección con mucha autoridad y legitimidad precisamente por estar elegida por todos los afiliados»."
La clave es, así pues, doble: voto electrónico -somos distintos, somos mejores-, y universal -el afiliado tiene la última palabra. Eso sí, voto universal de un universo que sólo dios -en este caso, diosa- y sus representantes en la Tierra conocen, porque el censo de votantes permanece secreto. Asunto del todo escandaloso que, sin embargo, a pocos escandaliza.

Profundicemos en el carácter eminentemente propagandístico del voto electrónico mediante un experimento mental.

Imaginen el hipotético caso -improbable, pero posible- en el que el informe de gestión de los órganos de dirección de UPyD no convenciera a los delegados presentes en el Congreso que, en uso soberano de su libertad, lo rechazaran. Dado que -como hemos visto antes- los afiliados votan las distintas candidaturas al Consejo de Dirección desde el inicio del Congreso, podría darse la situación nada decorosa de un Consejo de Dirección, el actual, desautorizado por el Congreso y, sin embargo, aclamado por los afiliados, ignorantes de los motivos de rechazo.

Si en UPyD se tratara a los afiliados como ciudadanos -adultos libres, racionales y sujetos de derechos- y no como meros instrumentos de legitimación de quien detenta el poder, lo normal sería que el informe de gestión del equipo directivo saliente fuera condición de revalidación de Rosa Díez, de manera que no se pidiera a los afiliados el voto al Consejo de Dirección sin una previa rendición de cuentas. Más todavía en una situación tan convulsa como la actual, en la que se ha suscitado tanto desafecto en tan corto espacio de tiempo.

Pero no, mientras se desarrolla el congreso, con sus imposibles debates en horario restringido, con sus delegados ocupados habiendo leído ponencias, enmiendas, informes de gestión y todo lo demás, en realidad es FUERA donde sucede lo que de verdad importa: los afiliados -de un censo desconocido, y sin la información que podría hacerles cambiar de opinión- aclaman a Rosa.

¿Adivinan quiénes son y de quién se burlan estas dos criaturitas?


¡No me negarán que han salido ganando!

sábado, 24 de octubre de 2009

Sobre guindas y aguijones

Al parecer, ya es pública la candidatura de Rosa Díez al Consejo de Dirección de UPyD. Contra lo esperado, Sosa Wagner no figura en ella. A mí me ha sorprendido. Su reciente afiliación me había hecho pensar en una mayor implicación en tareas de dirección.

Son varias las interpretaciones posibles: personalidad demasiado notable (otra experiencia como la de Buesa supondría un coste excesivo para UPyD), demasiado independiente, demasiado europeo... También cabe pensar en razones de otra índole: la incorporación de Sosa Wagner al Consejo de Dirección podría haber suscitado quejas estando tan reciente su afiliación, posterior al cierre oficial del censo del congreso.

Hace unos días comenté la saludable reacción protagonizada por Sosa Wagner ante una pregunta incómoda en su blog. En ese mismo hilo, horas más tarde, Apóstata hacía la siguiente intervención:
Apostata dijo...

Hay que verla a usté, viejecita, es capaz de arrancarle respuestas hasta a los mudos.

De todas maneras, al respecto de mi imperdonable conducta hacia la UPyD y hacia sus Padres Fundadores, me consuela mucho esta frase del Profesor Wagner:

"Aunque no creo que cambiar de opinión descalifique a nadie(...)"

Es decir, que según el señor al que voté en las pasadas elecciones europeas, si yo antaño creía que la Pltaforma Pro era un proyecto prometedor, espontáneo y necesario, y hogaño he dado en pensar que la Cosa Rosa es un chiringo, clientelar y oportunista, no tengo por que ser considerado un "frustrado", como quiere la Divina Pastora, o un "golem" como pretende el metafísico Martínez... Uy, uy, uy, que Don Francisco va camino de aprobar el "montarazgo".
Ahí sigue. Discrepante y elocuente, para honra de Sosa Wagner y descrédito de Rosa Díez y Gorriarán. Después de tantos meses con sus blogs cerrados a comentarios, los máximos dirigentes de UPyD han decidido abrirlos, pero mutilados; con ese recurso, la moderación previa, con que algunos mal disimulan la tradicional censura. ¿A qué temen tanto?

Pues bien, parece que Sosa Wagner no estará en el próximo Consejo de Dirección de UPyD. Conforme están las cosas, es inteligente por su parte.

En el comentario de hoy en su blog, ¿Está usted bindado?, dice Sosa Wagner cosas como ésta:
"Aunque la idea es abstracta, hay que decir que las competencias blindadas no vinieron solas sino que son una de las consecuencias producidas por la existencia previa de presidentes blindados, es decir, de aquellos que duran décadas en el usufructo de su poder. Fueron ellos quienes, dándole vueltas al magín y reflexionando sobre su situación inamovible y pétrea, dieron con esta invención magnífica. Y así la conjunción de presidente eterno más competencia blindada da como resultado una estructura política sólida, imbatible y progresista".
Irresistible la duda: ¿podríamos llamar blindaje a la excepción prevista en la Ponencia de Estatutos de UPyD para el cargo de Portavoz? ¿O sólo pensar que Rosa se blinda es hereje?

¿Debe leerse entre líneas el final de su comentario (o es sólo proyección por mi parte)?:
"Únicamente falta ya que en España blindemos el buen gusto. O esos sueños nuestros cada vez más helados e invisibles."
La guinda del pasado domingo -más que guinda, aguijón-era así de sugerente:
"Sólo a fuerza de contener su pluma pudo aquella celebridad mantener su prestigio."
No es fino señalar con el dedo, no. Por eso Sosa no lo hace. Pero no me negarán ustedes que es lo único que le falta.



viernes, 23 de octubre de 2009

Seguimos hablando sobre el porvenir


"Son personas libres, generosas, optimistas.
No se resignan"



...
Si quieres que sea cierto que todos nacemos iguales y libres,
si quieres que sea el futuro y no el pasado aquel que te guíe,
ven aquí y siéntate al lado del otro a hablar
en qué soñar cuando pensamos un país.
...
29 de septiembre de 2007

19 de octubre de 2009


¿Y los críticos de ayer y hoy -frikis, trepas, cibercabras, golems, cibertorrentes, escoria de la sociedad, gatos lunáticos, mercenarios o resentidos- es acaso que dejaron de ser libres, generosos y optimistas?

¿O es más bien que ahora sí deben resignarse?

¿O será quizá que ser libre, generoso y optimista consiste en estar estrictamente a lo que la dirección tenga a bien mandar?

Dos años después, algo sigue valiendo: seguimos hablando sobre el porvenir. Como dijo Ortega: «¡No es esto, no es esto!» .

sábado, 17 de octubre de 2009

Perplejo

Meditaba esta mañana si escribir alguna de mis impresiones acerca de la elección de delegados por Madrid al I Congreso de UPyD. Con ocasión de las distintas listas que andan circulando por ahí, dudaba si hablar del censo y de las condiciones mínimas sin las cuales no es posible un proceso electoral digno de respeto. Descarté hacerlo por puro hastío.

Leer a Remoto desde Ciudadanos en la Red me ha animado a escribir nuevamente lo obvio.

¿Cómo es posible que se den las condiciones en que miembros del partido puedan expresarse en estos términos?
"Al parecer antes de ayer a Cristina Muñoz se le escapó que el censo de votantes de Madrid era de 1.600, afiliados a corriente de pago y sin suspensión de militancia. "
¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI, en una democracia se supone que consolidada, se tolere concurrir a unas elecciones en las que electores y elegibles desconocen datos tan básicos como el número de afiliados con derecho a voto? ¿Cómo se permite estas prácticas el partido que prometió regenerar la política española?

Es inadmisible y asombroso que afiliados del partido, simpatizantes y votantes de UPyD desconozcan a qué número exacto asciende el censo del I Congreso del partido.

Repito preguntas formuladas hace tiempo (por ejemplo, en El problema del censo) : ¿Cómo pueden estar seguros los afiliados de que durante todo el proceso electoral sólo podrán votar los miembros del partido con derecho a voto? ¿Cómo estar seguros de que la constitución del censo ha sido limpia? ¿Qué medidas de control existen?


Coda arcadiana: ¿qué significa transparencia para los dirigentes de UPyD?

miércoles, 14 de octubre de 2009

Reformas o apaños

Vía Kobol y su Estrella de Combate tengo noticias de la campaña de I love IU para el envío de mensajes a los diputados miembros de la subcomisión parlamentaria encargada de la reforma de la Ley Electoral.

El texto de la carta que aportan dice, entre otras cosas, esto:
"La ampliación del Congreso a 400 diputados y la creación de un “colegio de restos” para estos nuevos 50 escaños es una de las opciones que corregirían sin reformar la Constitución las actuales distorsiones que impiden que todos los votos sean contabilizados en condiciones de igualdad."
La propuesta de reforma de UPyD también incluye aumentar el número de diputados hasta el máximo contemplado por la Constitución, 400, la mitad de los cuales se elegiría en circunscripciones autonómicas y la otra mitad en una estatal.

A mí me parece bien que se reforme la Ley Electoral. De hecho, creo que esta ley es fuente principal de muchos de los males que padecemos en España. Ahora bien, tal y como funcionan las cosas, yo más bien creo que en el Congreso hay exceso de diputados y no al revés. Me explico.

La configuración actual del Congreso es la siguiente:













PartidoVotosPorcentajeEscaños
PSOE11.064.52443,64% 169
PP10.169.97340,11% 153
CiU774.3173,05% 11
EAJ-PNV303.2461,20% 6
ERC296.4731,17% 3
IU963.0403,80% 2
BNG209.0420,82% 2
CC-PNC164.2550,65% 2
UPyD303.5351,20% 1
NA-BAI62.0730,24% 1


¿Para qué queremos un Parlamento con tanto diputado, despacho oficial y gasto asociado si, llegado el día de la votación, el partido de turno dice A y todos sus miembros, salvo ausencia o error, votan A? 169 votan lo que decida el PSOE; 153, el PP; 11 CiU y así sucesivamente.

Un Congreso con sólo 10 diputados -uno por cada grupo- con un porcentaje de representación equivalente a los escaños vigentes devolvería en cada votación el mismo resultado que el obtenido en la situación actual. Esa reducción a 10 diputados no cambiaría en lo esencial las cosas, pero nos ahorraría a los sufridos contribuyentes un dineral nada despreciable en estos tiempos de escasez que vivimos. El peso relativo de los 10 representantes sería el siguiente: 48,28 (PSOE), 43,71 (PP), 3,14 (CiU), 1,71 (EAJ-PNV), 0,86 (ERC), 0,57 (IU, BNG, CC-PNC), 0'29 (UPyD, NA-BAI).

Miren qué contentos estarían nuestros 10 representantes por haber alcanzado escaño:
















Para desgracia nuestra, y suerte de diputados, diputadas y aspirantes a serlo, un cambio así también exigiría reformar la Constitución (ésta fija un mínimo de 300 diputados en el Congreso). Pues bien, ¿no toca ya que los españoles que queremos seguir siéndolo nos enfrentemos con el reto ineludible de su reforma?

Es cierto que las propuestas de UPyD e IU paliarían en alguna medida el injusto reparto de escaños de la ley electoral actual. Pero si la reforma no es de mayor calado, los diputados continuarán representando en el Congreso a su partido y no a los ciudadanos que los votan. Así las cosas, para el ciudadano común lo que tiene sentido es minimizar el número de diputados y no aumentarlo. Adelgazar el Congreso es la solución más práctica, útil y económica para los ciudadanos sin aspiraciones a cargo público.

Si nadie, tampoco UPyD, está por la labor de abordar el problema en toda su complejidad, ¿por qué apoyar un aumento de gasto público en forma de diputados en Cortes? Si no se quiere reformar la Constitución, que al menos la modificación de la Ley Electoral no incremente el coste para los ciudadanos.

300 diputados es mejor opción.

lunes, 12 de octubre de 2009

12 de octubre

Caray, qué sorpresa.

Entre Apóstata y su Soy español (quizá otro día ponga texto a un dilema que tengo por ahí rondando), y updcritico con su Carros de herejes, estoy en un tris de ponerme optimista.


Feliz día a todos.

P.S. (19:57) :

Por ti, guardia civil (Monsieur de Sans-Foy)

domingo, 11 de octubre de 2009

Sosa Wagner responde

Blog de Sosa Wagner, ayer sábado.
Sosa Wagner lo dedica a la chuleta electrónica.

A las 16:43 aparece Viejecita y pregunta por algo que nada tiene que ver con el comentario del día: una carta dirigida a él por Miguel Zorita publicada en PlazaMoyua.org con ocasión de un artículo de Sosa Wagner, Disidencias en UPyD, de julio pasado:
viejecita dijo...

Profesor Sosa Wagner

He visto esta mañana, en el blog de PlazaMoyua.org, una carta dirigida a usted, por un señor llamado Miguel Zorita, en relación con el artículo que usted publicó en la p. web de UPyD, el 12 de julio pasado;

http://plazamoyua.wordpress.com/2009/10/09/carta-a-sosa-wagner-de-miguel-zorita/

Una de las cosas que me encantan de este su blog, es que, normalmente no habla de política.

Pero como en esta segunda temporada sí lo suele hacer ; ¿le importaría volver a hablarnos del tema, y comentar la carta y el artículo al que la carta se refiere ?

Es que, como sabe, en UPyD, estamos en pleno periodo pre-congresual, y en este momento, sería estupendo tener otra vez su opinión sobre disidencias, organización interna etc. Y saber si la ha revisado, o sigue pensando lo mismo que pensaba en julio.
Muchas gracias

María Maestre Urbina
afiliada 4260

Sosa Wagner responde hoy 11 de octubre a las 7:17:
Francisco Sosa Wagner dijo...

Aunque no creo que cambiar de opinión descalifique a nadie, como a menudo precipitadamente se sostiene, en el punto acerca del que se me pregunta sigo pensando lo mismo.

No me interesa comentar hoy el contenido del artículo de Sosa Wagner. Me importa sólo destacar la actitud del responsable político que, interpelado por un ciudadano, responde. Breve, escuetamente, sí, pero de forma clara e inequívoca. Ni censura la pregunta ni guarda silencio.

Otros compañeros de partido deberían tomar nota: Rosa Díez y Gorriarán, con sus blogs cerrados en vísperas del congreso; también Manuel Hernández Iglesias y Gorka Maneiro.

Alguno de los críticos de UPyD de cuyo nombre no quiero acordarme debería también aplicarse el cuento. Gracias a la pregunta de Viejecita, hoy sabemos más: Sosa Wagner se reafirma en lo dicho en julio; sigue revalidando lo sucedido en UPyD, por tanto. Clarificarse, saber qué piensa Sosa Wagner, es positivo. Viejecita -y con ella, los demás- sabemos a qué atenernos.

Callar a Viejecita, considerar inoportuna su pregunta, tildarla de 'troll', 'cafre', 'cibercabra', 'cibertorrente' o 'procustín', sólo habría contribuido a ahondar el lodazal en el que estamos.

Viejecita hizo ayer bien interpelando a Sosa Wagner; éste ha acertado publicando su pregunta y contestándola. Ambos han hecho un ejercicio de responsabilidad. Bien está.


jueves, 8 de octubre de 2009

Gorka casibién

Estaba yo ayer tan contento con que Gorka me hubiera publicado este comentario en su entrada Insultan... luego no tienen razón...:


Pensé que se había percatado del error de borrar y censurar comentarios. Incluso llegué a imaginar que eso podía quizá indicar un cambio de tendencia en la cúpula, agobiada un tanto por la elección no del todo triunfal de delegados. Nada de nada. Gorka insiste. Tras la recaída, este comentario que sigue no pasó el corte (hay publicados otros dos posteriores, de Anónimo y Mármol):
"Gracias por publicar mi comentario y responder, Gorka.
Espero que esta vez no suceda como aquel día :)

Mi mensaje anterior (se perdió el enlace) remitía a un comentario en mi blog, Prohibida la oposición, donde reproduzco una 'Carta a afiliados gallegos' que me parece bochornosa. Limitar el derecho de reunión, impedir que los afiliados se comuniquen entre sí... no son prácticas de recibo. Encuentro una burla pretender hacerlas pasar por medidas regeneradoras.

Tampoco veo muy compatible con su afirmación que antes reproduje:
"Uno puede acercarse a preguntar, a pedir explicaciones o incluso a mostrar su más enérgica oposición a lo que cada cual considere equivocado. Educadamente. Cuando se ha hecho así, hemos hablado."
el cierre de comentarios en los blogs de Rosa Díez y Gorriarán.

Si tan dispuestos están a responder a preguntas, ¿por qué no rehabilitan la posibilidad de comentar?

Fue elocuente el cierre de los blogs de los dos máximos responsables de UPyD precisamente cuando se estaba pidiendo explicaciones al CD por cartas extraviadas y otras cuitas. Y lo es -quizá muy a su (de Vd., Gorka) pesar- que este cierre se prolongue en vísperas del I Congreso del partido.

Conste, finalmente, que mis críticas a esas malas prácticas no excluyen mi reconocimiento a quienes -como Vd., Maleni y Lydia- se han puesto en primera fila de un partido constitucionalista en un sitio tan difícil como el País Vasco.

Saludos cordiales."

Está claro que el problema no es sólo la buena educación o su ausencia. Más bien parece que hay temas radicalmente intratables. Triste consuelo para Maneiro constatar que la enfermedad también la padecen algunos de sus críticos más acérrimos.

martes, 6 de octubre de 2009

La Mesa, a mano alzada

De acuerdo con el Reglamento del I Congreso de UPyD, la Mesa será la máxima autoridad durante el mismo:
Preámbulo:

El segundo periodo congresual consiste en el desarrollo del Congreso en sí mismo. Se iniciará con la elección de la Mesa, órgano que dirigirá los debates y se constituirá en la máxima autoridad del Congreso, y continuará con la dación de cuenta por parte de los órganos de dirección del partido respecto a la gestión desarrollada hasta la fecha, y la posterior discusión de Ponencias y enmiendas.
En el Art.15 se fijan sus competencias:
Art. 15.- La Mesa del Congreso estará compuesta por: un Presidente, un Vicepresidente, dos Secretarios de Actas y un Vocal-asesor.
Tendrá por misión:
  • Fijar el Orden del Día detallado de cada sesión, según el Orden del Día general fijado en la convocatoria del Congreso.
  • Dirigir los debates, fijando la duración de cada sesión, así como el orden de las deliberaciones y los turnos de intervención.
  • Hacer cumplir las disposiciones de este Reglamento, interpretándolo y supliéndolo en caso de duda u omisión.
  • Levantar Acta de los Acuerdos y Resoluciones del Congreso, consignando el resultado de las votaciones correspondientes.
  • En general, ostentar cuantas atribuciones resulten necesarias para ordenar y dirigir el desarrollo del Congreso y no vengan atribuidas, expresamente, a ningún otro órgano.
La pregunta se torna inevitable: ¿cómo se constituye la Mesa, máximo órgano durante el congreso?

EL Art.16 lo aclara:
Art. 16.- Elección de la Mesa. Los componentes de la Mesa serán elegidos por votación individual y pública de todos los delegados asistentes al Congreso.

A tal fin, una vez declarado abierto el Congreso por el Comité de Dirección, se solicitará la presentación de candidaturas. Las candidaturas deberán estar formadas por delegados asistentes al Congreso y contener un número igual al de miembros a elegir, detallando en su composición los cargos a asumir por cada uno de sus componentes.

En el caso de existir más de una candidatura resultará elegida aquella que obtenga un mayor número de votos.
Votación individual y pública. Es decir, a mano alzada. Así, pero con 500:


Nos hemos referido en varias ocasiones a lo inconveniente de este sistema de votación. Sólo teniéndolo suficientemente en cuenta -junto a otros factores- puede explicarse que, por ejemplo, en la reunión del Consejo Político de 28 de marzo, resultaran derrotadas enmiendas al Reglamento del Congreso tan razonables como la recogida en Votación a mano alzada, mucho mejor garantes de derechos para electores y elegidos que el texto original, propuesto por la Dirección.

Pues bien, el máximo órgano durante el Congreso, la Mesa, también será elegido a mano alzada, a pesar de contar con un ultra-super-mega-moderno sistema de votación electrónica. ¿Por qué?

Sería bueno que alguien explicara por qué razón no se preserva el secreto en la elección de quién dirigirá el Congreso.