sábado, 11 de diciembre de 2010

Liu Xiaobo

Hermann Tertsch, en su columna Nobel sin miedo:
"[...] este año celebramos el Premio Nobel como no lo hacíamos desde hace años.
[...]
Los dos Nobel con mayor repercusión política y social inmediata, el de la Paz y el de Literatura, demuestran esta renovada y bienvenida militancia por la libertad, la compasión y la dignidad."
Acierta Tertsch de pleno con esos tres nombres cargados de significado: libertad, compasión, dignidad.

El otro día animaba a leer el discurso de Vargas Llosa. Hoy repito recomendanción con el de Liu Xiaobo: I Have No Enemies: My Final Statement. En tiempos dominados por el ruido y la furia, su discurso y testimonio constituyen un aldabonazo a las conciencias de todos.

La opción de Liu Xiaobo es de radical negación del tipo de actitud que le arrebata su libertad.

Frente a la tendencia del régimen a crear, identificar y perseguir enemigos -en varias ocasiones habla de enemy mentality- Liu Xiaobo declara no tenerlos. En sus términos, esto equivale a no ver a nadie como enemigo, a no odiar a sus perseguidores. Así ataca un rasgo esencial del régimen autoritario, condición necesaria de su existencia: somos en la medida en que somos odiados y, por tanto, odiamos.

Liu Xiaobo decide que el régimen no tiene capacidad ni poder para definir quién es enemigo suyo. Es una declaración de máxima rebeldía. Por eso es tan coherente como malvado que le persigan.

Un pasaje es, a este respecto, particularmente significativo; aquél en el que señala que el odio confunde a las personas y envenena a las naciones. Esa es la razón -dice- por la que confía en ser capaz de trascender su experiencia personal y contrarrestar con la mejor voluntad la hostilidad del régimen, disipando el odio con amor.

Así termina su discurso:
"La libertad de expresión es fundamento de derechos humanos, fuente de humanidad y madre de la verdad. Estrangular la libertad de expresión es pisotear los derechos humanos, ahogar la humanidad y eliminar la verdad.

Ejercer el derecho
conferido por la Constitución de expresarse libremente es cumplir con la responsabilidad del ciudadano chino. No hay nada criminal en lo que he hecho. Pero si se presentan cargos contra mí por esto, no tengo queja."



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